Principales dificultades en la campaña de siembra Ucraniana.

La siembra en Ucrania prosigue con la gran incertidumbre de si se seguirá renovando el correo del Mar Negro, además de las preocupaciones propias de la guerra.

Falta mano de obra, ya que muchos agricultores se han alistado en el ejército.

Unos 5 mill de hectáreas de tierra cultivable tienen armamento sin explotar y los costes para desminar son imposibles para los agricultores, especialmente en las regiones de Mykolaiv, Jersón y Járkiv, llenas de minas antitanque.

Se están realizando programas de desminado por parte del Estado y la FAO, pero esto puede durar años y no se puede esperar a pesar de lo peligroso que resulta. Los accidentes humanos y pérdidas de maquinaria son frecuentes.

El primer ministro Denys Shmygal afirma que comenzó la campaña en la región de Odesa (que debería de estar ya en pleno proceso de siembra) y se han sembrado ya unas 16.000 hectáreas con cereales y legumbres.

La incertidumbre del corredor seguro del Mar Negro es su principal preocupación ya que no hay alternativas que puedan sustituir a los tres puertos de Odesa.

Ucrania afirma que para poder continuar con la siembra, los agricultores ucranianos necesitan apoyo financiero, ya que a pesar del acuerdo casi todos los productores están trabajando a pérdidas.

Los costes logísticos y de fertilizantes se han multiplicado por 5 o por 6.

El Estado apoyó a los agricultores con un programa de préstamos públicos a un tipo de interés fijo.

Dicho plan fue renovado el martes, por lo que se espera que en este sentido se estabilice la situación tras unos días críticos.